sábado, 14 de agosto de 2010

Dinamicas para el trabajo en grupo

.Iniciación del tema de trabajo

Es bueno iniciar el tema de fondo del taller o reunión partiendo de las ideas, experiencias, conocimientos de los propios asistentes. Esto permite mayor participación e intercambio, debate y aprendizaje. Además ayuda a revalorar y reconocer el aporte de cada participante a la discusión grupal con lo cual se va fortaleciendo la seguridad y autoestima de cada persona.

- Objetivo: Permitir que los participantes conversen un poco del

tema que se tratará para iniciar la discusión desde sus propias ideas.

- Materiales: Imágenes que permitan introducir al tema de trabajo previamente seleccionadas por quien facilitará la reunión.

- Desarrollo:el coordinador o coordinadora hace una breve introducción al tema y pone a disposición de los participantes las imágenes seleccionadas. Cada participante elige la imagen que piensa que representa mejor el tema o un aspecto de éste. Luego, explica por qué escogió la imagen. Luego que se comentan todas las imágenes seleccionadas, se puede comentar en el grupo espontáneamente las ideas que más les han gustado o les han motivado reflexión.

A partir de los comentarios y las presentaciones de imágenes el facilitador o facilitadora profundiza en el tema. Los comentarios pueden ayudar a identificar diversos aspectos del tema (causas sociales, personales, consecuencias, involucrados/as, afectados/as, etc.).



Tormenta de ideas o "Brainstorming"

- Objetivo:Expresar todo lo que se piensa, con total libertad, sobre un tema específico y recoger de manera espontánea las primeras ideas que maneja el grupo sobre el tema a trabajar.

- Materiales:Un soporte (pizarra/ papelógrafo) para escribir todas las ideas y comentarios que salgan de la discusión

- Desarrollo:Antes de comenzar la “tormenta” se expone el problema y se plantea una pregunta motivadora para provocar la participación. Se explican las reglas: las ideas se expresan con independencia, no se valorará ninguna idea hasta que se diga la última frase; se recomienda asociar libremente las ideas propias con las ya expuestas; cuantas más intervenciones haya, tendremos más posibilidades de encontrar ideas válidas y pertinentes. Las ideas se van anotando de manera resumida en la pizarra o papelógrafo. También se pueden colocar en tarjetas que se pegan sin ningún orden en un principio.

Por ejemplo, si se trabajará sobre los problemas de violencia juvenil, se introduce el tema y luego se pregunta sobre las posibles causas de la violencia juvenil. Se anotan las intervenciones.

Al final, quienes hayan participado menos, pueden ordenar las tarjetas por aspectos (causas familiares, sociales, culturales, etc.) o analizar las ideas para ver cuáles se repiten o relacionan y subrayar aquellas que creen que son más importantes como causa del problema juvenil que se va a tratar.



Trabajo en grupo

El trabajo en grupo se puede volver complicado si las personas no se conocen entre sí; por ello, la siguiente dinámica nos permite crear un espacio donde los asistentes conversen sobre sus expectativas del trabajo grupal:

En una Isla Solitaria:

- Objetivos:conocer más al grupo de trabajo.

- Materiales: ninguno

- Desarrollo: Se inicia diciendo la siguiente consigna “imagínate que deberás pasar el resto de tu vida en una isla apartada. En ella no tendrás problemas de satisfacer tus necesidades de comida, vivienda y ropa. Otras seis personas deberán transcurrir el resto de sus vidas junto a ti, personas que tú no conocías anteriormente.”


Cada participante deberá determinar:

Edad, sexo y aspecto de cada uno de ellos.

Sus cualidades principales, qué les gustaría hacer y que no

Indicar por qué las elegiste.

¿Cómo trabajar con jóvenes?

El mundo juvenil va cambiando constantemente, adoptando nuevas características, costumbres, formas de comunicarse y de relacionarse. Para quienes trabajamos con jóvenes, es importante contar con las herramientas que nos ayuden a sacar lo mejor de las y los jóvenes que acompañamos, para que se descubran personas valiosas y con potencialidades incluso mayores de las que imaginaron. También tenemos modelos a seguir, quizás alguien que fue acompañante nuestro o catequista y que supo llegar con la metodología, la cercanía y las formas oportunas para ayudarnos a crecer y construirnos como personas. Tenemos también el modelo de Jesús. Los evangelios nos narran que siempre que alguien se acercó a él, se fue diferente, se sintió acogido, importante, mejor persona. Su compasión, su mirada y su trato especial para cada persona, su modo de enseñar, nos hablan de un maestro que supo acercarse a cada quien desde su realidad y necesidades.


























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