martes, 17 de agosto de 2010
sábado, 14 de agosto de 2010
Dinamicas de grupo y organizaciones sociales
Algunos Conceptos
En este primer capítulo veremos por qué la gente se agrupa, trataremos de definir qué es un grupo, analizaremos las fuerzas que influyen sobre él y algunos obstáculos que hacen difícil el trabajo grupa. Por último veremos por qué son importantes los grupos y las organizaciones sociales en este momento de nuestro país.
Una historia entre hombres y mujeres
Los primeros hombres y mujeres se agruparon como hordas, es decir, se juntaban momentáneamente para satisfacer sus necesidades más básicas, iban de aquí para allá sin establecerse en ningún lugar.
La humanidad fue haciendo con las manosy pensando con la cabeza. Es así como el cerebro sabe los porqué y las manos el cómo. Haciendo y pensando, pensando y haciendo lograron cambiar y transformar lo que los rodeaba y a su vez fueron modificados por lo que ellos mismos produjeron. Intercambiando experiencias inventaron las primeras herramientas (cuerdas, cuchillos, punzones, lanzas) y con ellas empezaron a organizarse. Comenzó el trabajo, la agricultura y la ganadería. Transmitiendo sus conocimientos degeneración en generación,crearon la cultura.
Empezaron organizándose en grandes familias o clanes,estableciéndose en tierras a orillas de los ríos o en valles fértiles; luego se unieron varios clanes bajo un solo mando y surge una nueva forma de organización social: la tribu. Posteriormente para defenderse mejor de las guerras y obtener mayor bienestar estas tribus se agruparon en un solo lugar, la ciudad, y bajo un solo mando, el estado.
De esta manera, del miedo a la confianza, de la rivalidad a la cooperación los seres humanos fueron comprendiendo que el camino de su desarrollo pasa inevitablemente por el contacto social y la necesidad de organizarlo de manera creadora.
Claro que, una vez juntos, organizarse no es tan fácil...
¿Qué es un grupo?
No basta con reunir cierto número de personas para constituir un grupo. Una reunión de curiosos presenciando un incendio no es un grupo. En cambio los socios de una cooperativa de panaderos son un grupo. ¿Cuál es la diferencia?
Analicemos las características de un grupo:
Número de individuos (porque para formar un grupo hacen falta más de dos personas)
Interacciones (intercambios) que se producen a través de diálogos; por ejemplo las conversaciones, discusiones, acuerdos o peleas. Es decir las personas tienen relaciones mutuas, actúan y reaccionan entre sí generando:
•Sentimientos y emociones compartidas, como la confianza o desconfianza, la simpatía o antipatía, etc. Estas formas de relación informal no están determinadas desde el principio, sino que se producen por la interacción que va construyendo una historia compartida.
•Normas. Todo grupo para poder funcionar deberá establecer un sistema de normas y pautas que lo regule
Algunas normas son de orden general (cada cuanto se reúne la asamblea, por ejemplo) y otras hacen a situaciones más particulares (cuáles el procedimiento para expulsar a un miembro). A veces están escritas en los estatutos y reglamentos internos; otras, han sido simplemente conversadas y convenidas por el grupo y rigen eficazmente, es decir, todos saben a que atenerse.
•Historia compartida ó tiempo de desarrollo en común.
•Pertenencia. Los miembros del grupo comparten un sentimiento de lealtad hacia el grupo, están dispuestos a aceptar las "leyes internas" que se han acordado y sienten que forman parte de él.
Esto ocurre por ejemplo cuando alguien se presenta en otros ámbitos y es reconocido por los demás como el socio de la "cooperativa El Trigal". Esto va creando una...
Identidad grupal. Cada miembro ve y siente al grupo como una totalidad; por ejemplo cuando los integrantes piensan y dicen "somos la cooperativa Las Tejas", esta empieza a existir más allá de cada individuo y conforma una identidad grupal.
Objetivo en común o metas del grupo. Todo grupo debe tener claros sus objetivos que tratan de responder a problemas que están viviendo y que quieren resolver. Esto genera conciencia de necesidades comunes y compartidas, por ejemplo: Un conjunto de trabajadores deciden asociarse y organizarse para tener mayores oportunidades ya que se dieron cuenta que solos ninguno de ellos podría resolver el problema de la subocupación, el desempleo o de tener trabajos esporádicos. Como consecuencia de este objetivo común constituyen una cooperativa de trabajo o una microempresa.
Ideología. Todo grupo sostiene una ideología con sus interacciones y tendrá un marco de valores propio para lograr los objetivos que se propone. Esta ideología se ve en los actos cotidianos que el grupo realiza y en las decisiones que toma. Como ejemplos podemos tenerla decisión de tramitar un crédito en lugar de tratar de obtener un subsidio para comprar equipos " ... porque queremos que sean producto de nuestro trabajo y tenemos que evitar actitudes dependientes y de corto alcance... "; o de perder un cliente o una licitación por negarse a pagar una coima. Estas decisiones van definiendo futuras acciones y actitudes que tendrá la organización frente a otras situaciones. Esto es un aspecto importante de lo que se denomina cultura organizacional.
Las funciones y roles. Dentro de un grupo es posible observar distintos roles y funciones que asumen sus miembros, necesarios para la distribución de actividades y responsabilidades. Dentro de una asociación civil podemos distinguir funciones diversas: está la Comisión Directiva, están los integrantes reunidos en la asamblea de asociados, las comisiones de trabajo, los gerentes, los síndicos, etc. Pero además se dan diferentes roles dentro de los diversos grupos que dan vida a la institución: el que hace preguntas, el iniciador, el informante, el motivador, etc.
Si las analizamos, veremos que en estas características de los grupos hay pocos elementos fijos: con el tiempo pueden ir cambiando el tamaño, los afectos, los roles, la ideología, las normas y hasta los objetivos. Puede cambiar la gente que lo integra y sus sentimientos de pertenencia e identidad.
Por todo esto un grupo no es estático: avanza, retrocede, como todo organismo vivo; y también puede morir. Asimismo, como todo organismo vivo, cada grupo tiene una esencia propia que los diferencia de los demás aunque muchas veces sea difícil de definir en que consiste.
Pero es importante saber que todo grupo constituido posee dentro de sí los recursos necesarios para mantenerse unido, ser productivo y adaptarse a las circunstancias. Lo importante es conocer las condiciones que permitan desarrollar todas esas riquezas potenciales.
Cómo se forma un grupo
Muchas de las características que enumeramos antes se van dando a medida que el grupo avanza. Sin embargo hay dos de ellas que deben existir en el momento de formar el grupo o de integrarse a uno ya formado:
Es muy importante que exista un acuerdo básico sobre el para qué y el cómo (las estrategias) de] grupo para que este pueda establecerse como tal. Es decir, tiene que haber una afinidad con el objetivo.
Pero además de coincidir con el objetivo todo grupo depende de las relaciones que se establecen entre sus integrantes, es decir tiene que haber afinidad entre sus miembros.
Los abogados llaman a esto "afecto societario". Si cada socio quiere otra cosa y todos se llevan "a las patadas", el grupo durará poco.
Estos dos aspectos nos tienen que hacer pensar si la inclusión de cada integrante es conveniente y necesaria o sea, si cubrirá las expectativas del grupo o si el grupo puede satisfacer las necesidades y expectativas del/los individuos.
Por qué se forman los grupos
Hemos visto qué es un grupo y qué es necesario para formarlo. La pregunta siguiente es: ¿Porqué los hombres se reúnen en grupo? ¿Por qué fulano está en tal grupo?
He aquí una lista de las principales motivaciones para participar en un grupo:
para satisfacer alguna necesidad (conseguir una fuente de trabajo, resolver el problema de vivienda, acceder a un servicio de salud, conseguir ayuda alimentaria, defender los derechos de los trabajadores, etc.);
porque nos permite hacer algo que no podríamos hacer solos (conseguir recursos, influir sobre los organismos gubernamentales, sumar los conocimientos de distintas personas, etc.);
por la necesidad de sentirnos seguros y protegidos;
por ganas de participar de lo que nos ofrece el grupo;
por respeto o admiración a algunos miembros;
por miedo a afrontar responsabilidades individuales;
por interés en experimentar formas de organización diferentes;
por coincidir con la forma de pensar de los otros miembros.
En resumen, el individuo está en el grupo porque quiere satisfacer ciertas necesidades y piensa que perteneciendo a é1 lo podrá lograr mejor y porque cree que tiene algo que aportar. Una vez dentro, puede descubrir que no satisface plenamente dichas necesidades, pero en cambio puede descubrir otras ventajas por las cuales valga la pena quedarse en ese grupo: las expectativas y motivos de cada uno de los miembros son distintas y el entorno y, de las características propias del grupo (en el cambian con el tiempo. Si un grupo es activo con frecuencia crea nuevas necesidades en sus miembros y esto liga más a sus integrantes.
Cómo se forman las organizaciones sociales
En el caso de las organizaciones sociales se dan dos tipos de grupos según su origen:
1.-Las que han sido formadas por la voluntad de sus miembros que en general se conocen previamente, tienen conciencia clara de sus necesidades en común y objetivos definidos a alcanzar y que se eligen voluntariamente entre sí por afinidad de principios.
Este tipo de organizaciones tiene algunas ventajas: pueden crear formas de organización nuevas y los integrantes están muy motivados.
2.-Las que han sido formadas a partir de la iniciativa de algún promotor o dirigente político o social externo al grupo desde una postura paternalista, como condición para permitir la canalización de un subsidio o crédito o para canalizar algún programa social asistencial. En este segundo caso la elección de participar no siempre se da por afinidad al grupo, sino meramente por la posibilidad de acceder a un servicio o un beneficio determinado prevaleciendo los objetivos individuales. En muchos de estos casos el grupo carece de una historia en común y no existe un sentimiendo de pertenencia. El agrupamiento es forzado y los agentes externos mantienen el poder gracias al manejo de información técnica o por tener los contactos políticos o por otros tipos de presiones. Esto impide romper con relaciones paternalistas o autoritarias y lograr la participación de la gente. Si pese a todo existe la voluntad de cambiar la organización es común que se genere un conflicto que conduzca a la fractura o a la disolución. La experiencia demuestra que para cambiar la cultura organizacional conviene encarar un proceso paulatino y lento que permita la formación de dirigentes que puedan reemplazar al "puntero" externo. De otra forma la falta repentina de apoyo hace que la moral caiga y los integrantes se frustren.
Esta diferencia en el origen de las organizaciones las marca profundamente.
Para qué pueden servir los grupos
Los grupos humanos pueden servir entre otras para cinco cosas:
a) para que sus miembros aprendan a hacer tareas y asumir papeles que en su vida anterior nunca tuvieron que ejecutar (por ejemplo, un obrero que siempre obedeció las órdenes de] patrón o del capataz, al formar parte de un sindicato va a tener que enfrentarse con la necesidad de tomar decisiones propias, de coordinar una asamblea o de negociar un convenio laboral).
b) para que este aprendizaje se haga con menos miedo lo hemos aprendido de del que tenemos al aprender algo nuevo y desconocido, al saber que somos apoyados por los compañeros.
e) los grupos sirven no sólo para aprender nuevos oficios y roles, sino también para construir nuestra personalidad. Es en los grupos donde se ponen en juego valores y actitudes. Como la familia, los grupos son un lugar donde aprendemos a compartir sentimientos ya medir los límites entre nuestros intereses personales y los de los otros. Por eso los grupos son un mecanismo de socialización y uno de los elementos principales de la organización social. Los grupos sirven de intermediarios entre el individuo y la sociedad.
d) los grupos también sirven para potenciarlos recursos que cada uno tiene. La experiencia demuestra que los individuos cuando están solos o aislados se comportan de manera diferente que cuando están en grupo. Incluso la misma persona cambia su forma de actuar según el grupo en que participe. El grupo aparece como algo distinto que la suma de los individuos que lo componen. El hecho de estar en grupo aporta pues un elemento importante, porque en general el grupo produce un "plus", un "algo más" que se genera por el incremento de recursos, ideas, capacidades y perspectivas que luego benefician a cada uno de sus miembros, ampliando sus conocimientos y experiencias.
e) Más allá de estas funciones posibles y enriquecedoras para el desarrollo personal hay que admitir que muchas veces los grupos pueden servir sólo para mantenerse, para subsistir. Aunque no aprendamos nada nuevo, nos estanquemos y no se generen sentimientos positivos entre sus miembros, la función de subsistencia puede justificar nuestra permanencia en un grupo.
Cuando se hace difícil trabajar en grupo
Cuando la idea de formar el grupo no proviene de los miembros que lo formarán sino de un agente externo y la constitución del mismo es forzada por el solo hecho de cumplir con metas políticas o ideológicas no compartidas por los verdaderos ejecutores d proyecto.
Cuando los miembros del grupo no tienen una necesidad importante y común a todos que la cooperativa pueda resolver.
Por ejemplo: si se reúne un grupo de personas que tienen empleos estables y constituyen una cooperativa de trabajo, lo más probable es que en la práctica optarán por mantener su fuente de trabajo segura antes que fortalecer a la cooperativa que sólo ofrece posibilidad a largo plazo.
Cuando por la naturaleza del trabajo que hay que hacer, éste es individual y solitario y tratar de hacer en grupo resulta un esfuerzo que además es ineficiente. Por ejemplo: un escritor no puede escribir una novela en grupo.
Cuando hay personas que por su importancia, trayectoria, fama o capacidad funcionarán de hecho como los "dueños" de la institución tomando decisiones que nadie se anima a objetar.(Lamentablemente conocemos varias organizaciones supuestamente autogestionarias con "dueño").
Cuando por origen social, educación, posición económica o interés en diferenciarse de los demás, algunos miembros dicen tener mayores necesidades que el resto, generando diferencias internas.
Cuando un miembro tiene un ritmo de trabajo o capacidad para manejar información mayor que el resto del grupo. En este caso se crearán tensiones permanentes entre su impulso para tomar decisiones rápidas y la incomprensión del resto de sus compañeros.
Cuando los miembros de la institución no tienen las capacidades necesarias para lograr los objetivos que se plantearon ni medios para conseguir apoyo externo.
Cuando dentro de la institución conviven estructuras de organización paralelas planteándose conflictos de poder entre una y otra.
Cuando se vive un clima tenso o los conflictos que hay se tapan en vez de ser planteados.
Algunas fuerzas que influyen en el grupo y lo atraviesan
Las causas de los conflictos en los grupos son variadas. Pondremos un ejemplo para esto:
En el mar, el agua se mueve impulsada por distintas fuerzas: el sentido y la velocidad del viento, las mareas que obedecen a la luna, las corrientes marinas, las variantes climáticas. Según como se compensen entre sí, o se potencien, estas fuerzas pueden producir tempestades o mar calmo, inundaciones o bajantes.
Los grupos, como el mar, también actúan impulsados por distintas fuerzas. Las más importantes son:
1) la psicología individual, que determina la conducta de cada integrante del grupo. Está estrechamente relacionada con la propia historia individual. Esto explica en parte porqué unos miembros están plenamente comprometidos con el grupo mientras otros, apenas mantienen contactos marginales. El grado en que un individuo se entrega a las actividades de un grupo es proporcional a lo que el grupo le brinda. Pero ojo, no nos referimos solo a cosas materiales o dinero. Un grupo puede dar afecto, comprensión o apoyo para superar una mala etapa. También en el grupo se reviven ciertas emociones y sensaciones de nuestra infancia y la posibilidad de reparar los daños que sentimos. Las experiencias y situaciones personales nos llevan a actuar por impulsos y motivaciones. Esto hace que nos portemos de tal o cual manera cuando estamos en un grupo.
Así, dentro de cada individuo se generan fuerzas dinámicas dirigidas hacia los otros miembros del grupo y también hacia el grupo como totalidad. Un ejemplo de esto son las diferentes reacciones que puede generar una misma situación en personas distintas: en una reunión un compañero amonesta severamente la actitud que ha tenido otro en determinada ocasión, ante esta acusación pública un tímido o un inseguro callará acumulando resentimiento hacia quien lo acusó, una persona segura o con personalidad tratará de defenderse buscando argumentos racionales, un impulsivo o un temperamental reaccionará agresivamente acusando a su vez a quien lo criticó. tratando de humillarlo. En fin, las reacciones siempre serán muy distintas.
2) La situación psicológica del grupo como conjunto que condiciona las conductas de cada integrante. Tiene relación con la historia del grupo. Alguien que en determinada ocasión defienda sus intereses personales no será tratado de la misma manera en un grupo con la moral elevada, altamente cohesionado y que pasa por un momento de crecimiento que en otro desmoralizado y próximo a disolverse. Asimismo, cualquier cosa que diga un miembro será analizada pensando en lo que hizo o dijo antes. Esta fuerza se origina en el grupo y se dirige a cada integrante.
3) La historia del grupo no sólo incluye actitudes individuales sino también la ideología con que el grupo se forma. Este marco de ideas, esta "cultura" interna es también una fuerza que condiciona la conducta de los integrantes. Pero además de influir en cada integrante, es la historia grupal muchas veces también actúa hacia afuera. Muchas organizaciones tienen ideas políticas definidas y se plantean ayudar a otras organizaciones solidarias a crecer y consolidarse para formar un sector social con peso propio. Este aspecto de su actividad puede generar diversos efectos en el entorno.
4) La relación del grupo con el contexto socio-político-económico y sus instituciones en particular (por ejemplo: la sociedad de fomento, el municipio, los partidos políticos, la policía, la iglesia, los grupos económicos, etc.). Esta relación con el afuera obliga al grupo a tomar una posición frente a muchas situaciones: un intendente puede ofrecer un subsidio a cambio de apoyo político o un "retomo" para financiar su campaña política, y la oposición puede influir para que no se lo den o puede denunciar el hecho. Esto influye sobre la ideología del grupo y condicionará su existencia y funcionamiento. Mantenerse aislado es imposible,
Así, las normas del sistema cultural en el que el grupo está sumergido, presionan constantemente sobre él. Todo grupo siente la fuerza de la comunidad y de su escala de valores. Esto ejerce una presión de afuera hacia adentro funcionando como una línea de fuerza inversa a la anterior.
Ambiente o atmósfera del grupo
La mezcla de estas distintas fuerzas provoca un ambiente determinado.
Por ambiente del grupo se entiende la disposición de ánimo, el clima, tono o sentimiento que está difundido en él. Es la "onda" que circula.
Este ambiente psicológico se puede sentir rápidamente: la gente puede llamarse por su nombre preferido o un apodo, o insultarse agresivamente; puede haber una relación casi familiar o cierta formalidad en el trato que pone distancias entre la gente; el grupo puede compartir un tipo de humor que genere simpatía y un buen clima de trabajo o puede utilizar la ironía filosa que pone a todos a la defensiva.
Este microclima envuelve al grupo y define el estilo básico con que se desarrollan las relaciones interpersonales en el mismo.
Un ambiente confiable y cálido y al mismo tiempo permisivo, amistoso y democrático, estimula la actividad del grupo y brinda mayor satisfacción a sus miembros, generando mayor productividad y aumentando la eficacia del grupo al facilitar el flujo de información entre los miembros y su creatividad.
Finalmente, una atmósfera de temor o sospecha, autoritaria, donde flota el miedo a ser rechazado o a ser puesto en ridículo, es una fuente de inhibiciones y disgustos, obstaculizando dicho flujo de información.
Igualmente, una atmósfera apática, sin vida ni vitalidad, en que todos esperan a que otro diga o haga algo, es improductiva.
Hay dos elementos que pueden ayudar a cambiar y mejorar la onda del grupo:
El inicio de las reuniones es crucial para la creación de la atmósfera que se vivirá: la manera como comience el que la tiene que presidir u orientar puede decidir el espíritu y ambiente de la misma durante el resto de la jornada. Por ejemplo: sí se presenta sonriente, en forma acogedora, genera confianza; si utiliza procedimientos dictatoriales genera agresividad y hostilidad.
El otro elemento que influye es, el lugar donde se reúne el grupo: la ventilación, la iluminación, los colores con que están pintadas las cosas o la disposición de los muebles inciden sobre el ánimo de todos. Por ejemplo, las sillas puestas en círculo hacen recordar a una reunión familiar. En cambió, si se forman filas como para una conferencia nos acordaremos de la escuela y de la autoridad de la maestra en el aula.
Si lograrnos mejorar la onda del grupo seguramente aumentará la productividad y la eficiencia, lo cual es un objetivo importante.
La formación de grupos humanos eficientes es considerado uno de los puntos más críticos que los hombres enfrentan hoy y que enfrentarán en el futuro. Al estudiar la dinámica de muchos grupos se han descubierto algunas leyes que se repiten en todos. También se observa que con algunas acciones o situaciones siempre se generan los mismos efectos. Esto permite comprender, predecir y mejorar el comportamiento de otros grupos.
De esos estudios surgen ideas nuevas como las que vamos a ver a continuación.
El Programa oculto
Por suerte para muchos todo grupo cambia, es dinámico, es un proceso en continuo movimiento. Para poder cambiar al grupo es importante entender no solo a los individuos aislados, sino como se afectan los unos a los otros.
Una de las cosas que se ha descubierto es que en toda reunión no sólo hay una "agenda u orden del día" (asuntos a discutir, ideas, problemas a resolver) sino también un programa oculto, formado por el complicado mundo de las relaciones simpatía, antipatía, amores y odios.
Este "programa oculto" puede ser representado a través de reflexiones como éstas: "No me gusta la forma de hablar de Guillermo... Qué linda se vino hoy Susana... Me parece que entre ella y Ernesto pasa algo, siempre están de acuerdo ... Yo no soy experto en este asunto y se creen que lo soy ... José habla demasiado, me está cansando... No me interesa ese problema que están discutiendo...Juan está equivocado, pero mejor no se lo digo para no tener problemas con él... Menos mal que vino Pedro, siempre tira buena onda... Estoy perdiendo el tiempo entre esta gente ... María dice que hagamos eso pero seguro que a la hora de poner el hombro desaparece y terminamos siendo siempre los mismos..."
Es evidente que la presencia oculta de esta larga lista de reflexiones, a veces facilita y otras veces obstaculiza la cooperación efectiva entre los miembros de un grupo y hace que sea difícil resolver los problemas en forma inteligente y eficaz. En relación a este tema es interesante conocer un enfoque original acerca de las relaciones humanas en un grupo llamado "las ventanas".
El comportamiento del grupo "las ventanas"
Analizando como se comportan las personas en un grupo, podemos pensar que a través de sus palabras y de sus actos cada uno construye una especie de ventana adelante de sí mismo a través de la cual es observado por los demás. Los otros miembros del grupo también proyectan ventanas semejantes. Según lo que alcanzamos a ver a través de esas ventanas se van amoldando las relaciones de los miembros dentro de] grupo. Por eso los paisajes que vemos pueden ir cambiando con el tiempo.
Pensemos que somos parte de un grupo. A través del vidrio de mí ventana pueden aparecer cuatro tipos de datos diferentes que incidirán en las relaciones que tendré con el grupo y que el grupo tendrá conmigo:
Cosas que conozco sobre mí, sobre el grupo y sobre mis sentimientos en relación a los otros.
Cosas que desconozco sobre mí y sobre las formas en que me relaciono con el grupo.
Cosas que otros miembros del grupo saben sobre mí y sobre mi relación con el propio grupo.
Cosas que otros desconocen sobre mi, sobre el propio grupo o acerca de las relaciones que hay dentro de él.
Por cosas queremos decir: los pensamientos, los impulsos, los deseos, los sentimientos, los temores, las fantasías, los preconceptos, los prejuicios, los conocimientos acerca de habilidades o destrezas propias y ajenas, las esperanzas, los sueños y las metas de los miembros del grupo que sean relevantes para el mismo.
1. La Transparencia
Es la zona de apertura, de relaciones francas, cuando las cartas están arriba de la mesa. Es la máxima franqueza del individuo dentro del grupo. Son las cosas que yo conozco de mí y que dejo que el grupo también conozca.
Cuando los problemas son conocidos y enfrentados por todos decimos que las cosas son transparentes. La productividad y la acfectividad interpersonal están directamente relacionadas a la cantidad de información mutua en una relación.
2. El tapón en la oreja
Esta área comprende pensamientos, actitudes o sentimientos que tenemos sin darnos cuenta, pero que otros miembros del grupo conocen porque las revelamos a través de nuestros actos y de nuestras palabras. Así una persona con fuerte tendencia a la dominación y a manejar ("manijear") las discusiones, muchas veces no reconoce esta tendencia, pero es observado por los otros con malestar.
3. La máscara
Consiste en los sentimientos o motivaciones que tenernos y conocemos, pero guardamos escondidos por alguna razón. Puede ser por miedo o por pensar que si los planteamos no seremos aceptados o queridos por el grupo o porque esos pensamientos pueden traernos conflictos o inconvenientes. Aunque la persona conoce sus sentimientos, el resto de] grupo los ignora.
4. El agujero negro
Es lo que aún no fue explorado, que sigue latente, ínconsciente, simplemente desconocido tanto por nosotros como por el grupo.
Una de las metas de la participación en grupos consiste en aumentar la transparencia, posibilitando las condiciones para la comunicación, mejorando la apertura, el intercambio libre y una producción activa. No podremos apartar los obstáculos para desarrollar un grupo verdadero si antes no los conocemos. Y la única forma de conocerlos es que el individuo y el grupo amplíen la transparencia. La pregunta del millón es ¿Qué podemos hacer para agrandar la transparencia? Hay dos cosas para hacer: Mostrarnos al grupo como somos y saber escuchar lo que el grupo tiene para decirnos de nosotros.
Mostrarnos
Mostrarse quiere decir abrirnos a los otros miembros del grupo, discutiendo nuestras dudas y problemas personales. Revelar algo de nosotros mismos. Nos humanizamos, demostrando que también estamos sujetos a muchos riesgos que otros enfrentan.
Hay distintas cosas que podemos compartir: sentimientos, experiencia personal, enojo, rabias, depresiones, calor, fantasía, dolor, hambre, dolencias, placeres, humor... Y hay muchas formas de expresarlos: hablando, con un gesto, llorando, a los gritos, riendo, dramatizando una situación, escribiendo un cuento.
Para mostramos es necesario sentirnos cómodos. Así, vamos mostrando partes de nosotros mismos, sacándonos las máscaras. La línea horizontal de la ventana baja, alargando la transparencia, al mismo tiempo que achica el agujero negro.
Saber escuchar
Además de mostrarse hay que saber escuchar para mejorar el conocimiento que tenemos de nosotros mismos como individuos y como miembros del grupo. Para poder escuchar es indispensable establecer líneas de comunicación con los demás y estar dispuestos a cambiar, creando oportunidades para que los otros nos puedan contar la imagen que ven en nuestra "ventana".
Esto revelará hechos desconocidos por nosotros eliminando parte del tapón en la oreja. La línea vertical de la ventana se mueve lateralmente aumentando la transparencia. El agujero negro irá disminuyendo.
Como conclusión, si aceptamos al mismo tiempo exponernos y sabemos escuchar a nuestro grupo, nuestra ventana será abierta.
El aumento de la transparencia revela que algo está pasando en nuestra vida. El tapón en la oreja fue desapareciendo. Se achicó el agujero negro, y las energías que antes eran gastadas en mantener la máscara se invierten para fines constructivos. Las posibilidades de comunicarse y cambiar aumentaron mucho con la extensión de la transparencia, surgiendo mayor apertura y franqueza a partir de un esfuerzo conciente por compartir con los demás.
Encontramos, igualmente, individuos o grupos cuya ventana se presenta como sigue:
a) El crecimiento de lo desconocido indica que no hay ganas de exponerse ni de recibir críticas. Los miembros nunca llegan a conocerse y tampoco quieren saber demasiado sobre sí mismos. Se relacionan de manera impersonal. Dificultan el desarrollo de la creatividad y de las potencialidades de cada uno que permanecen ocultas. Estas personas son ansiosas e inseguras y buscan seguridad. Aparentan ser rígidas y poco comunicativas. Se les encuentra con frecuencia en organizaciones burocráticas donde es posible y hasta ventajoso el evitar la exposición. Los demás reaccionan con hostilidad ante este modelo.
b) También ocurre que el individuo se expone tal cual es. Por eso la máscara se achica. Pero se pone a la defensiva y no soporta las críticas de los otros. No se arriesga y por eso no sabe ni quiere saber lo que los demás piensan de él. Desconfía de las opiniones de los demás sintiéndose confiado en la validez de sus propias opiniones y generalmente reconoce el valor de la autoridad. Este estilo genera resentimiento en los demás: sienten que a esta persona no le interesa lo que ellos piensan. A su vez, como mecanismo de defensa se comienza a retacear información valiosa para no sentir que son utilizados y luego desvalorizados.
c) El individuo desea relacionarse con los demás. Está todo el tiempo pendiente de la opinión de los otros, pero no quiere mostrarse tal cual es. La máscara se agranda. Esto genera desconfianza. Si se llega a penetrar la máscara la persona retira la confianza generando disgusto y hostilidad en los demás.
Las causas de los malos entendidos (por qué surge el "programa oculto")
a) como vimos recién, la principal causa de conflictos es el desconocimiento mutuo: cuando uno no conoce a las personas con las cuales forma un grupo se genera un sentimiento de ajenidad, a nadie le importa lo que le pasa al otro, los integrantes no se sienten comprometidos entre ellos y se levantan barreras en las relaciones. Por lo tanto, Cuando uno "arma" un grupo o un equipo de trabajo o alguien nuevo se íntegra a él, es necesario e indispensable conocer a cada integrante para saber si es útil para el grupo que él se incluya, y si cada uno de ellos se beneficiará al pertenecer al grupo y de qué manera. Así mismo, Las elecciones mutuas se basarán sobre las simpatías, afinidades, complementación de capacidades y voluntad de trabajo que cada uno tiene.
Es importante conocer las motivaciones y expectativas que llevan a cada uno a agruparse (el por qué, el cómo y para qué). A partir de nuestra experiencia vemos que dar un tiempo al conocimiento mutuo es fundamental para generar lazos de solidaridad y para aclarar si son coherentes los proyectos individuales que cada uno trae.
b) inflexibilidad: se entiende par inflexibilidad a las actitudes rígidas a los prejuicios que tienen los miembros del grupo. La persona que llegue a un grupo con actitudes flexibles y mente abierta, facilitará la cooperación y el diálogo entre los compañeros. En cambio, el inflexible que se niega a aceptar las posibilidades de cambio, producirá en los demás oposición y competencia.
c) las dificultades en la comunicación: muchas personas experimentan una real dificultad para hacerse entender. El lenguaje es un instrumento imperfecto; a veces no hallamos las palabras adecuadas para expresar nuestras ideas y sentimientos. Y aún cuando empleemos palabras adecuadas, a menudo adquieren un significado o una resonancia emocional diferente en cada individuo del grupo (ver capítulo 5: la comunicación)
El esfuerzo por atender y entender al que habla es indispensable para que haya comunicación. También es necesario que cada uno piense bien qué va a decir antes de hablar y cómo lo va a decir para ser preciso y lograr que lo entiendan.
d) las ideas dispersas o erráticas: en casi todos los grupos hay miembros a los que les cuesta examinar un problema de manera clara y sistemática. Algunos tienen mayor capacidad de análisis, pero otros -por falta de capacidad o práctica- se pierden en ideas secundarias (digresiones) o en razonamientos débiles o enredados.
La vida en un grupo nos exige un esfuerzo por clarificar nuestro pensamiento. Para lograrlo tenemos que tener siempre presentes los objetivos del grupo y los límites que nos impone la realidad, para planificar en función de estos dos parámetros.
e) la hostilidad (ojo: es diferente estar en desacuerdo que tener una hostilidad personal): muchas personas se apasionan y se identifican exageradamente con las ideas y puntos de vista que se expresan en el grupo. El resultado es que cuando algunos las ponen en duda o las contradicen, lo interpretan no como una duda razonable sobre el valor de una idea, sino como un ataque personal.
Si se dejan llevar por este sentimiento, agudizarán la tensión emocional en el grupo, y lo que empezó como una legítima diferencia de opiniones terminará en una pelea personal.
f) características de personalidad complementarias: cuando se forma un grupo es posible que las personalidades de sus miembros se complementen. El paternalista necesita alguien que le haga de hijo, el charlatán al tímido, el dominador a un sumiso, etc. Pero muchas veces esto no sucede. En muchos departamentos de personal de grandes empresas se utilizan diversos métodos de selección de personal que tienen en cuenta este aspecto. Mediante una encuesta personal se puede descubrir que tipo de personalidad tiene el "recién llegado" al grupo para ver el nivel de adaptación que tendrá en relación a las personalidades de los miembros del grupo donde deberá trabajar. Según esto se podría predecir de que manera esta inclusión afectará la productividad del grupo, los liderazgos o la comunicación interna. La encuesta, de manera similar a lo que vimos con las "ventanas", también se puede identificar la personalidad de los miembros de un grupo que ya funciona para aumentar, extender, cambiar y controlar los excesos de cada estilo individual.
Semejanzas y diferencias entre los miembros
Vemos que los malos entendidos tienen diversas causas: no nos conocemos, somos inflexibles, peleadores, demasiado críticos, no nos expresamos bien ni sabemos escuchar a los demás y a veces nos cuesta pensar las cosas en orden y con cierta lógica. Pero además de esto, no somos iguales a los demás.
Generalmente las personas se agrupan por sentirse parecidos en algo a otros: por su situación social o económica, por tener las mismas necesidades, problemas o inquietudes, por pertenecer a un mismo barrio, por compartir una misma profesión o por pensar políticamente de forma parecida. Sin embargo, aún dentro de estos grupos con puntos de contacto similares, hay diferencias entre los miembros que hay que tener en cuenta. Diferencias en la edad, niveles sociales, educación, valores, gustos, origen geográfico, experiencias personales.
Los grupos que se tomen un tiempo para analizar sus recursos, desde ambos puntos de vista (semejanzas y diferencias), podrán usar mejor su potencial de grupo y aumentar la productividad.
Además, una vez que el grupo ha reconocido la características personales de los individuos que lo forman, se podrá comprender e integrar mejor entre sí. De este modo, todo aquello que es distinto podrá ser aprovechado para el bien común.
El grupo como entramado y envoltura
Para terminar este capítulo introductorio sobre las organizaciones sociales pensadas como grupos, nos parece importante destacar dos funciones de las mismas en este contexto histórico de nuestro país:
El grupo funciona como un entramado en la medida en que se va conformando una red de relaciones y vínculos que rescatan a las personas del aislamiento al compartir tareas, sentimientos, normas y valores.
El grupo es también una envoltura porque actúa como barrera de protección para los que pertenecen a él, ayuda a poner y reconocer límites, a diferenciar lo semejante y lo diferente, a regular las relaciones con el afuera.
Cada persona, al ingresar a un grupo, pasa a formar parte de él: se integra en una malla de relaciones nuevas e importantes para su vida. El grupo lo modifica y también éste modifica al grupo y a lo que el grupo produce con su participación.
En los’90 se está viviendo un cambio rápido y desigual: por un lado hay un sector que está creciendo y afianzando su poder y en el lado opuesto una gran cantidad de gente queda al margen de la sociedad preguntándose si podrá sobrevivir: los jubilados del ajuste, los desempleados, los empleados públicos que después de 20 o 30 años de trabajo deben optar por el retiro voluntario, los pequeños productores rurales en quiebra. Todos ellos quedan sin ingresos, vivienda, obra social o sindicato donde apoyarse. Los "desafiliados" y los desarraigados son la cara de la crisis de nuestra sociedad, El acelerado cambio tecnológico y el corrimiento del Estado de su histórico rol paternalista modifican las condiciones de vida de una manera tan drástica que se hace indispensable desarrollar un tejido asociativo para dar respuestas capaces de detener y reconducir positivamente los efectos del deterioro de la política social y del mercado de trabajo.
Las organizaciones sociales representan una iniciativa concreta para amortiguar esta crisis: emprendimientos productivos comunitarios, cooperativas de consumo, vivienda o servicios, escuelas cogestionadas entre los padres y el estado, comedores o panaderías comunitarias, organizaciones no gubernamentales, grupos de autoayuda -entre muchas otras alternativas- tienen una función social fundamental que cumplir.
La integración: una doble envoltura
Para que estas tengan éxito deben darse múltiples condiciones: información adecuada, análisis de factibilidad, objetivos que apunten al autosostenimiento de los proyectos, capacitación, créditos blandos o subsidios, apoyo técnico, etc.
Esto no lo puede lograr cada organización por separado. Necesitan integrarse para crear una doble envoltura. Un grupo de cooperativas podrá presionar a los gobiernos locales para conseguir apoyo, podrá intercambiar productos o servicios, podrá comprar espacios publicitarios más baratos, podrá pagar un servicio de capacitación y apoyo técnico para todos sus miembros. Y así con cada sector social y tipo de organización. Lo mismo que sentía el miembro con su grupo puede pasar entre cada organización y su federación.
Hay diversas iniciativas para mantener relaciones orgánicas lo que ha permitido generar Redes como mecanismos de defensa eficientes para enfrentar esa marginalización y el desamparo a pequeña escala
Si profundizamos más aún y vemos el proceso que viven quienes participan de estas experiencias nos damos cuenta la importancia que adquieren: notamos un cambio de mentalidad en el interior de ellos mismos al reconstruir y recuperar un protagonismo social y reestablecer su dignidad (con el sentido de devolverle el respeto a sí mismos y ponerlos en igualdad de condiciones frente a otros).
Por eso bien sabemos que vale el esfuerzo.
En este primer capítulo veremos por qué la gente se agrupa, trataremos de definir qué es un grupo, analizaremos las fuerzas que influyen sobre él y algunos obstáculos que hacen difícil el trabajo grupa. Por último veremos por qué son importantes los grupos y las organizaciones sociales en este momento de nuestro país.
Una historia entre hombres y mujeres
Los primeros hombres y mujeres se agruparon como hordas, es decir, se juntaban momentáneamente para satisfacer sus necesidades más básicas, iban de aquí para allá sin establecerse en ningún lugar.
La humanidad fue haciendo con las manosy pensando con la cabeza. Es así como el cerebro sabe los porqué y las manos el cómo. Haciendo y pensando, pensando y haciendo lograron cambiar y transformar lo que los rodeaba y a su vez fueron modificados por lo que ellos mismos produjeron. Intercambiando experiencias inventaron las primeras herramientas (cuerdas, cuchillos, punzones, lanzas) y con ellas empezaron a organizarse. Comenzó el trabajo, la agricultura y la ganadería. Transmitiendo sus conocimientos degeneración en generación,crearon la cultura.
Empezaron organizándose en grandes familias o clanes,estableciéndose en tierras a orillas de los ríos o en valles fértiles; luego se unieron varios clanes bajo un solo mando y surge una nueva forma de organización social: la tribu. Posteriormente para defenderse mejor de las guerras y obtener mayor bienestar estas tribus se agruparon en un solo lugar, la ciudad, y bajo un solo mando, el estado.
De esta manera, del miedo a la confianza, de la rivalidad a la cooperación los seres humanos fueron comprendiendo que el camino de su desarrollo pasa inevitablemente por el contacto social y la necesidad de organizarlo de manera creadora.
Claro que, una vez juntos, organizarse no es tan fácil...
¿Qué es un grupo?
No basta con reunir cierto número de personas para constituir un grupo. Una reunión de curiosos presenciando un incendio no es un grupo. En cambio los socios de una cooperativa de panaderos son un grupo. ¿Cuál es la diferencia?
Analicemos las características de un grupo:
Número de individuos (porque para formar un grupo hacen falta más de dos personas)
Interacciones (intercambios) que se producen a través de diálogos; por ejemplo las conversaciones, discusiones, acuerdos o peleas. Es decir las personas tienen relaciones mutuas, actúan y reaccionan entre sí generando:
•Sentimientos y emociones compartidas, como la confianza o desconfianza, la simpatía o antipatía, etc. Estas formas de relación informal no están determinadas desde el principio, sino que se producen por la interacción que va construyendo una historia compartida.
•Normas. Todo grupo para poder funcionar deberá establecer un sistema de normas y pautas que lo regule
Algunas normas son de orden general (cada cuanto se reúne la asamblea, por ejemplo) y otras hacen a situaciones más particulares (cuáles el procedimiento para expulsar a un miembro). A veces están escritas en los estatutos y reglamentos internos; otras, han sido simplemente conversadas y convenidas por el grupo y rigen eficazmente, es decir, todos saben a que atenerse.
•Historia compartida ó tiempo de desarrollo en común.
•Pertenencia. Los miembros del grupo comparten un sentimiento de lealtad hacia el grupo, están dispuestos a aceptar las "leyes internas" que se han acordado y sienten que forman parte de él.
Esto ocurre por ejemplo cuando alguien se presenta en otros ámbitos y es reconocido por los demás como el socio de la "cooperativa El Trigal". Esto va creando una...
Identidad grupal. Cada miembro ve y siente al grupo como una totalidad; por ejemplo cuando los integrantes piensan y dicen "somos la cooperativa Las Tejas", esta empieza a existir más allá de cada individuo y conforma una identidad grupal.
Objetivo en común o metas del grupo. Todo grupo debe tener claros sus objetivos que tratan de responder a problemas que están viviendo y que quieren resolver. Esto genera conciencia de necesidades comunes y compartidas, por ejemplo: Un conjunto de trabajadores deciden asociarse y organizarse para tener mayores oportunidades ya que se dieron cuenta que solos ninguno de ellos podría resolver el problema de la subocupación, el desempleo o de tener trabajos esporádicos. Como consecuencia de este objetivo común constituyen una cooperativa de trabajo o una microempresa.
Ideología. Todo grupo sostiene una ideología con sus interacciones y tendrá un marco de valores propio para lograr los objetivos que se propone. Esta ideología se ve en los actos cotidianos que el grupo realiza y en las decisiones que toma. Como ejemplos podemos tenerla decisión de tramitar un crédito en lugar de tratar de obtener un subsidio para comprar equipos " ... porque queremos que sean producto de nuestro trabajo y tenemos que evitar actitudes dependientes y de corto alcance... "; o de perder un cliente o una licitación por negarse a pagar una coima. Estas decisiones van definiendo futuras acciones y actitudes que tendrá la organización frente a otras situaciones. Esto es un aspecto importante de lo que se denomina cultura organizacional.
Las funciones y roles. Dentro de un grupo es posible observar distintos roles y funciones que asumen sus miembros, necesarios para la distribución de actividades y responsabilidades. Dentro de una asociación civil podemos distinguir funciones diversas: está la Comisión Directiva, están los integrantes reunidos en la asamblea de asociados, las comisiones de trabajo, los gerentes, los síndicos, etc. Pero además se dan diferentes roles dentro de los diversos grupos que dan vida a la institución: el que hace preguntas, el iniciador, el informante, el motivador, etc.
Si las analizamos, veremos que en estas características de los grupos hay pocos elementos fijos: con el tiempo pueden ir cambiando el tamaño, los afectos, los roles, la ideología, las normas y hasta los objetivos. Puede cambiar la gente que lo integra y sus sentimientos de pertenencia e identidad.
Por todo esto un grupo no es estático: avanza, retrocede, como todo organismo vivo; y también puede morir. Asimismo, como todo organismo vivo, cada grupo tiene una esencia propia que los diferencia de los demás aunque muchas veces sea difícil de definir en que consiste.
Pero es importante saber que todo grupo constituido posee dentro de sí los recursos necesarios para mantenerse unido, ser productivo y adaptarse a las circunstancias. Lo importante es conocer las condiciones que permitan desarrollar todas esas riquezas potenciales.
Cómo se forma un grupo
Muchas de las características que enumeramos antes se van dando a medida que el grupo avanza. Sin embargo hay dos de ellas que deben existir en el momento de formar el grupo o de integrarse a uno ya formado:
Es muy importante que exista un acuerdo básico sobre el para qué y el cómo (las estrategias) de] grupo para que este pueda establecerse como tal. Es decir, tiene que haber una afinidad con el objetivo.
Pero además de coincidir con el objetivo todo grupo depende de las relaciones que se establecen entre sus integrantes, es decir tiene que haber afinidad entre sus miembros.
Los abogados llaman a esto "afecto societario". Si cada socio quiere otra cosa y todos se llevan "a las patadas", el grupo durará poco.
Estos dos aspectos nos tienen que hacer pensar si la inclusión de cada integrante es conveniente y necesaria o sea, si cubrirá las expectativas del grupo o si el grupo puede satisfacer las necesidades y expectativas del/los individuos.
Por qué se forman los grupos
Hemos visto qué es un grupo y qué es necesario para formarlo. La pregunta siguiente es: ¿Porqué los hombres se reúnen en grupo? ¿Por qué fulano está en tal grupo?
He aquí una lista de las principales motivaciones para participar en un grupo:
para satisfacer alguna necesidad (conseguir una fuente de trabajo, resolver el problema de vivienda, acceder a un servicio de salud, conseguir ayuda alimentaria, defender los derechos de los trabajadores, etc.);
porque nos permite hacer algo que no podríamos hacer solos (conseguir recursos, influir sobre los organismos gubernamentales, sumar los conocimientos de distintas personas, etc.);
por la necesidad de sentirnos seguros y protegidos;
por ganas de participar de lo que nos ofrece el grupo;
por respeto o admiración a algunos miembros;
por miedo a afrontar responsabilidades individuales;
por interés en experimentar formas de organización diferentes;
por coincidir con la forma de pensar de los otros miembros.
En resumen, el individuo está en el grupo porque quiere satisfacer ciertas necesidades y piensa que perteneciendo a é1 lo podrá lograr mejor y porque cree que tiene algo que aportar. Una vez dentro, puede descubrir que no satisface plenamente dichas necesidades, pero en cambio puede descubrir otras ventajas por las cuales valga la pena quedarse en ese grupo: las expectativas y motivos de cada uno de los miembros son distintas y el entorno y, de las características propias del grupo (en el cambian con el tiempo. Si un grupo es activo con frecuencia crea nuevas necesidades en sus miembros y esto liga más a sus integrantes.
Cómo se forman las organizaciones sociales
En el caso de las organizaciones sociales se dan dos tipos de grupos según su origen:
1.-Las que han sido formadas por la voluntad de sus miembros que en general se conocen previamente, tienen conciencia clara de sus necesidades en común y objetivos definidos a alcanzar y que se eligen voluntariamente entre sí por afinidad de principios.
Este tipo de organizaciones tiene algunas ventajas: pueden crear formas de organización nuevas y los integrantes están muy motivados.
2.-Las que han sido formadas a partir de la iniciativa de algún promotor o dirigente político o social externo al grupo desde una postura paternalista, como condición para permitir la canalización de un subsidio o crédito o para canalizar algún programa social asistencial. En este segundo caso la elección de participar no siempre se da por afinidad al grupo, sino meramente por la posibilidad de acceder a un servicio o un beneficio determinado prevaleciendo los objetivos individuales. En muchos de estos casos el grupo carece de una historia en común y no existe un sentimiendo de pertenencia. El agrupamiento es forzado y los agentes externos mantienen el poder gracias al manejo de información técnica o por tener los contactos políticos o por otros tipos de presiones. Esto impide romper con relaciones paternalistas o autoritarias y lograr la participación de la gente. Si pese a todo existe la voluntad de cambiar la organización es común que se genere un conflicto que conduzca a la fractura o a la disolución. La experiencia demuestra que para cambiar la cultura organizacional conviene encarar un proceso paulatino y lento que permita la formación de dirigentes que puedan reemplazar al "puntero" externo. De otra forma la falta repentina de apoyo hace que la moral caiga y los integrantes se frustren.
Esta diferencia en el origen de las organizaciones las marca profundamente.
Para qué pueden servir los grupos
Los grupos humanos pueden servir entre otras para cinco cosas:
a) para que sus miembros aprendan a hacer tareas y asumir papeles que en su vida anterior nunca tuvieron que ejecutar (por ejemplo, un obrero que siempre obedeció las órdenes de] patrón o del capataz, al formar parte de un sindicato va a tener que enfrentarse con la necesidad de tomar decisiones propias, de coordinar una asamblea o de negociar un convenio laboral).
b) para que este aprendizaje se haga con menos miedo lo hemos aprendido de del que tenemos al aprender algo nuevo y desconocido, al saber que somos apoyados por los compañeros.
e) los grupos sirven no sólo para aprender nuevos oficios y roles, sino también para construir nuestra personalidad. Es en los grupos donde se ponen en juego valores y actitudes. Como la familia, los grupos son un lugar donde aprendemos a compartir sentimientos ya medir los límites entre nuestros intereses personales y los de los otros. Por eso los grupos son un mecanismo de socialización y uno de los elementos principales de la organización social. Los grupos sirven de intermediarios entre el individuo y la sociedad.
d) los grupos también sirven para potenciarlos recursos que cada uno tiene. La experiencia demuestra que los individuos cuando están solos o aislados se comportan de manera diferente que cuando están en grupo. Incluso la misma persona cambia su forma de actuar según el grupo en que participe. El grupo aparece como algo distinto que la suma de los individuos que lo componen. El hecho de estar en grupo aporta pues un elemento importante, porque en general el grupo produce un "plus", un "algo más" que se genera por el incremento de recursos, ideas, capacidades y perspectivas que luego benefician a cada uno de sus miembros, ampliando sus conocimientos y experiencias.
e) Más allá de estas funciones posibles y enriquecedoras para el desarrollo personal hay que admitir que muchas veces los grupos pueden servir sólo para mantenerse, para subsistir. Aunque no aprendamos nada nuevo, nos estanquemos y no se generen sentimientos positivos entre sus miembros, la función de subsistencia puede justificar nuestra permanencia en un grupo.
Cuando se hace difícil trabajar en grupo
Cuando la idea de formar el grupo no proviene de los miembros que lo formarán sino de un agente externo y la constitución del mismo es forzada por el solo hecho de cumplir con metas políticas o ideológicas no compartidas por los verdaderos ejecutores d proyecto.
Cuando los miembros del grupo no tienen una necesidad importante y común a todos que la cooperativa pueda resolver.
Por ejemplo: si se reúne un grupo de personas que tienen empleos estables y constituyen una cooperativa de trabajo, lo más probable es que en la práctica optarán por mantener su fuente de trabajo segura antes que fortalecer a la cooperativa que sólo ofrece posibilidad a largo plazo.
Cuando por la naturaleza del trabajo que hay que hacer, éste es individual y solitario y tratar de hacer en grupo resulta un esfuerzo que además es ineficiente. Por ejemplo: un escritor no puede escribir una novela en grupo.
Cuando hay personas que por su importancia, trayectoria, fama o capacidad funcionarán de hecho como los "dueños" de la institución tomando decisiones que nadie se anima a objetar.(Lamentablemente conocemos varias organizaciones supuestamente autogestionarias con "dueño").
Cuando por origen social, educación, posición económica o interés en diferenciarse de los demás, algunos miembros dicen tener mayores necesidades que el resto, generando diferencias internas.
Cuando un miembro tiene un ritmo de trabajo o capacidad para manejar información mayor que el resto del grupo. En este caso se crearán tensiones permanentes entre su impulso para tomar decisiones rápidas y la incomprensión del resto de sus compañeros.
Cuando los miembros de la institución no tienen las capacidades necesarias para lograr los objetivos que se plantearon ni medios para conseguir apoyo externo.
Cuando dentro de la institución conviven estructuras de organización paralelas planteándose conflictos de poder entre una y otra.
Cuando se vive un clima tenso o los conflictos que hay se tapan en vez de ser planteados.
Algunas fuerzas que influyen en el grupo y lo atraviesan
Las causas de los conflictos en los grupos son variadas. Pondremos un ejemplo para esto:
En el mar, el agua se mueve impulsada por distintas fuerzas: el sentido y la velocidad del viento, las mareas que obedecen a la luna, las corrientes marinas, las variantes climáticas. Según como se compensen entre sí, o se potencien, estas fuerzas pueden producir tempestades o mar calmo, inundaciones o bajantes.
Los grupos, como el mar, también actúan impulsados por distintas fuerzas. Las más importantes son:
1) la psicología individual, que determina la conducta de cada integrante del grupo. Está estrechamente relacionada con la propia historia individual. Esto explica en parte porqué unos miembros están plenamente comprometidos con el grupo mientras otros, apenas mantienen contactos marginales. El grado en que un individuo se entrega a las actividades de un grupo es proporcional a lo que el grupo le brinda. Pero ojo, no nos referimos solo a cosas materiales o dinero. Un grupo puede dar afecto, comprensión o apoyo para superar una mala etapa. También en el grupo se reviven ciertas emociones y sensaciones de nuestra infancia y la posibilidad de reparar los daños que sentimos. Las experiencias y situaciones personales nos llevan a actuar por impulsos y motivaciones. Esto hace que nos portemos de tal o cual manera cuando estamos en un grupo.
Así, dentro de cada individuo se generan fuerzas dinámicas dirigidas hacia los otros miembros del grupo y también hacia el grupo como totalidad. Un ejemplo de esto son las diferentes reacciones que puede generar una misma situación en personas distintas: en una reunión un compañero amonesta severamente la actitud que ha tenido otro en determinada ocasión, ante esta acusación pública un tímido o un inseguro callará acumulando resentimiento hacia quien lo acusó, una persona segura o con personalidad tratará de defenderse buscando argumentos racionales, un impulsivo o un temperamental reaccionará agresivamente acusando a su vez a quien lo criticó. tratando de humillarlo. En fin, las reacciones siempre serán muy distintas.
2) La situación psicológica del grupo como conjunto que condiciona las conductas de cada integrante. Tiene relación con la historia del grupo. Alguien que en determinada ocasión defienda sus intereses personales no será tratado de la misma manera en un grupo con la moral elevada, altamente cohesionado y que pasa por un momento de crecimiento que en otro desmoralizado y próximo a disolverse. Asimismo, cualquier cosa que diga un miembro será analizada pensando en lo que hizo o dijo antes. Esta fuerza se origina en el grupo y se dirige a cada integrante.
3) La historia del grupo no sólo incluye actitudes individuales sino también la ideología con que el grupo se forma. Este marco de ideas, esta "cultura" interna es también una fuerza que condiciona la conducta de los integrantes. Pero además de influir en cada integrante, es la historia grupal muchas veces también actúa hacia afuera. Muchas organizaciones tienen ideas políticas definidas y se plantean ayudar a otras organizaciones solidarias a crecer y consolidarse para formar un sector social con peso propio. Este aspecto de su actividad puede generar diversos efectos en el entorno.
4) La relación del grupo con el contexto socio-político-económico y sus instituciones en particular (por ejemplo: la sociedad de fomento, el municipio, los partidos políticos, la policía, la iglesia, los grupos económicos, etc.). Esta relación con el afuera obliga al grupo a tomar una posición frente a muchas situaciones: un intendente puede ofrecer un subsidio a cambio de apoyo político o un "retomo" para financiar su campaña política, y la oposición puede influir para que no se lo den o puede denunciar el hecho. Esto influye sobre la ideología del grupo y condicionará su existencia y funcionamiento. Mantenerse aislado es imposible,
Así, las normas del sistema cultural en el que el grupo está sumergido, presionan constantemente sobre él. Todo grupo siente la fuerza de la comunidad y de su escala de valores. Esto ejerce una presión de afuera hacia adentro funcionando como una línea de fuerza inversa a la anterior.
Ambiente o atmósfera del grupo
La mezcla de estas distintas fuerzas provoca un ambiente determinado.
Por ambiente del grupo se entiende la disposición de ánimo, el clima, tono o sentimiento que está difundido en él. Es la "onda" que circula.
Este ambiente psicológico se puede sentir rápidamente: la gente puede llamarse por su nombre preferido o un apodo, o insultarse agresivamente; puede haber una relación casi familiar o cierta formalidad en el trato que pone distancias entre la gente; el grupo puede compartir un tipo de humor que genere simpatía y un buen clima de trabajo o puede utilizar la ironía filosa que pone a todos a la defensiva.
Este microclima envuelve al grupo y define el estilo básico con que se desarrollan las relaciones interpersonales en el mismo.
Un ambiente confiable y cálido y al mismo tiempo permisivo, amistoso y democrático, estimula la actividad del grupo y brinda mayor satisfacción a sus miembros, generando mayor productividad y aumentando la eficacia del grupo al facilitar el flujo de información entre los miembros y su creatividad.
Finalmente, una atmósfera de temor o sospecha, autoritaria, donde flota el miedo a ser rechazado o a ser puesto en ridículo, es una fuente de inhibiciones y disgustos, obstaculizando dicho flujo de información.
Igualmente, una atmósfera apática, sin vida ni vitalidad, en que todos esperan a que otro diga o haga algo, es improductiva.
Hay dos elementos que pueden ayudar a cambiar y mejorar la onda del grupo:
El inicio de las reuniones es crucial para la creación de la atmósfera que se vivirá: la manera como comience el que la tiene que presidir u orientar puede decidir el espíritu y ambiente de la misma durante el resto de la jornada. Por ejemplo: sí se presenta sonriente, en forma acogedora, genera confianza; si utiliza procedimientos dictatoriales genera agresividad y hostilidad.
El otro elemento que influye es, el lugar donde se reúne el grupo: la ventilación, la iluminación, los colores con que están pintadas las cosas o la disposición de los muebles inciden sobre el ánimo de todos. Por ejemplo, las sillas puestas en círculo hacen recordar a una reunión familiar. En cambió, si se forman filas como para una conferencia nos acordaremos de la escuela y de la autoridad de la maestra en el aula.
Si lograrnos mejorar la onda del grupo seguramente aumentará la productividad y la eficiencia, lo cual es un objetivo importante.
La formación de grupos humanos eficientes es considerado uno de los puntos más críticos que los hombres enfrentan hoy y que enfrentarán en el futuro. Al estudiar la dinámica de muchos grupos se han descubierto algunas leyes que se repiten en todos. También se observa que con algunas acciones o situaciones siempre se generan los mismos efectos. Esto permite comprender, predecir y mejorar el comportamiento de otros grupos.
De esos estudios surgen ideas nuevas como las que vamos a ver a continuación.
El Programa oculto
Por suerte para muchos todo grupo cambia, es dinámico, es un proceso en continuo movimiento. Para poder cambiar al grupo es importante entender no solo a los individuos aislados, sino como se afectan los unos a los otros.
Una de las cosas que se ha descubierto es que en toda reunión no sólo hay una "agenda u orden del día" (asuntos a discutir, ideas, problemas a resolver) sino también un programa oculto, formado por el complicado mundo de las relaciones simpatía, antipatía, amores y odios.
Este "programa oculto" puede ser representado a través de reflexiones como éstas: "No me gusta la forma de hablar de Guillermo... Qué linda se vino hoy Susana... Me parece que entre ella y Ernesto pasa algo, siempre están de acuerdo ... Yo no soy experto en este asunto y se creen que lo soy ... José habla demasiado, me está cansando... No me interesa ese problema que están discutiendo...Juan está equivocado, pero mejor no se lo digo para no tener problemas con él... Menos mal que vino Pedro, siempre tira buena onda... Estoy perdiendo el tiempo entre esta gente ... María dice que hagamos eso pero seguro que a la hora de poner el hombro desaparece y terminamos siendo siempre los mismos..."
Es evidente que la presencia oculta de esta larga lista de reflexiones, a veces facilita y otras veces obstaculiza la cooperación efectiva entre los miembros de un grupo y hace que sea difícil resolver los problemas en forma inteligente y eficaz. En relación a este tema es interesante conocer un enfoque original acerca de las relaciones humanas en un grupo llamado "las ventanas".
El comportamiento del grupo "las ventanas"
Analizando como se comportan las personas en un grupo, podemos pensar que a través de sus palabras y de sus actos cada uno construye una especie de ventana adelante de sí mismo a través de la cual es observado por los demás. Los otros miembros del grupo también proyectan ventanas semejantes. Según lo que alcanzamos a ver a través de esas ventanas se van amoldando las relaciones de los miembros dentro de] grupo. Por eso los paisajes que vemos pueden ir cambiando con el tiempo.
Pensemos que somos parte de un grupo. A través del vidrio de mí ventana pueden aparecer cuatro tipos de datos diferentes que incidirán en las relaciones que tendré con el grupo y que el grupo tendrá conmigo:
Cosas que conozco sobre mí, sobre el grupo y sobre mis sentimientos en relación a los otros.
Cosas que desconozco sobre mí y sobre las formas en que me relaciono con el grupo.
Cosas que otros miembros del grupo saben sobre mí y sobre mi relación con el propio grupo.
Cosas que otros desconocen sobre mi, sobre el propio grupo o acerca de las relaciones que hay dentro de él.
Por cosas queremos decir: los pensamientos, los impulsos, los deseos, los sentimientos, los temores, las fantasías, los preconceptos, los prejuicios, los conocimientos acerca de habilidades o destrezas propias y ajenas, las esperanzas, los sueños y las metas de los miembros del grupo que sean relevantes para el mismo.
1. La Transparencia
Es la zona de apertura, de relaciones francas, cuando las cartas están arriba de la mesa. Es la máxima franqueza del individuo dentro del grupo. Son las cosas que yo conozco de mí y que dejo que el grupo también conozca.
Cuando los problemas son conocidos y enfrentados por todos decimos que las cosas son transparentes. La productividad y la acfectividad interpersonal están directamente relacionadas a la cantidad de información mutua en una relación.
2. El tapón en la oreja
Esta área comprende pensamientos, actitudes o sentimientos que tenemos sin darnos cuenta, pero que otros miembros del grupo conocen porque las revelamos a través de nuestros actos y de nuestras palabras. Así una persona con fuerte tendencia a la dominación y a manejar ("manijear") las discusiones, muchas veces no reconoce esta tendencia, pero es observado por los otros con malestar.
3. La máscara
Consiste en los sentimientos o motivaciones que tenernos y conocemos, pero guardamos escondidos por alguna razón. Puede ser por miedo o por pensar que si los planteamos no seremos aceptados o queridos por el grupo o porque esos pensamientos pueden traernos conflictos o inconvenientes. Aunque la persona conoce sus sentimientos, el resto de] grupo los ignora.
4. El agujero negro
Es lo que aún no fue explorado, que sigue latente, ínconsciente, simplemente desconocido tanto por nosotros como por el grupo.
Una de las metas de la participación en grupos consiste en aumentar la transparencia, posibilitando las condiciones para la comunicación, mejorando la apertura, el intercambio libre y una producción activa. No podremos apartar los obstáculos para desarrollar un grupo verdadero si antes no los conocemos. Y la única forma de conocerlos es que el individuo y el grupo amplíen la transparencia. La pregunta del millón es ¿Qué podemos hacer para agrandar la transparencia? Hay dos cosas para hacer: Mostrarnos al grupo como somos y saber escuchar lo que el grupo tiene para decirnos de nosotros.
Mostrarnos
Mostrarse quiere decir abrirnos a los otros miembros del grupo, discutiendo nuestras dudas y problemas personales. Revelar algo de nosotros mismos. Nos humanizamos, demostrando que también estamos sujetos a muchos riesgos que otros enfrentan.
Hay distintas cosas que podemos compartir: sentimientos, experiencia personal, enojo, rabias, depresiones, calor, fantasía, dolor, hambre, dolencias, placeres, humor... Y hay muchas formas de expresarlos: hablando, con un gesto, llorando, a los gritos, riendo, dramatizando una situación, escribiendo un cuento.
Para mostramos es necesario sentirnos cómodos. Así, vamos mostrando partes de nosotros mismos, sacándonos las máscaras. La línea horizontal de la ventana baja, alargando la transparencia, al mismo tiempo que achica el agujero negro.
Saber escuchar
Además de mostrarse hay que saber escuchar para mejorar el conocimiento que tenemos de nosotros mismos como individuos y como miembros del grupo. Para poder escuchar es indispensable establecer líneas de comunicación con los demás y estar dispuestos a cambiar, creando oportunidades para que los otros nos puedan contar la imagen que ven en nuestra "ventana".
Esto revelará hechos desconocidos por nosotros eliminando parte del tapón en la oreja. La línea vertical de la ventana se mueve lateralmente aumentando la transparencia. El agujero negro irá disminuyendo.
Como conclusión, si aceptamos al mismo tiempo exponernos y sabemos escuchar a nuestro grupo, nuestra ventana será abierta.
El aumento de la transparencia revela que algo está pasando en nuestra vida. El tapón en la oreja fue desapareciendo. Se achicó el agujero negro, y las energías que antes eran gastadas en mantener la máscara se invierten para fines constructivos. Las posibilidades de comunicarse y cambiar aumentaron mucho con la extensión de la transparencia, surgiendo mayor apertura y franqueza a partir de un esfuerzo conciente por compartir con los demás.
Encontramos, igualmente, individuos o grupos cuya ventana se presenta como sigue:
a) El crecimiento de lo desconocido indica que no hay ganas de exponerse ni de recibir críticas. Los miembros nunca llegan a conocerse y tampoco quieren saber demasiado sobre sí mismos. Se relacionan de manera impersonal. Dificultan el desarrollo de la creatividad y de las potencialidades de cada uno que permanecen ocultas. Estas personas son ansiosas e inseguras y buscan seguridad. Aparentan ser rígidas y poco comunicativas. Se les encuentra con frecuencia en organizaciones burocráticas donde es posible y hasta ventajoso el evitar la exposición. Los demás reaccionan con hostilidad ante este modelo.
b) También ocurre que el individuo se expone tal cual es. Por eso la máscara se achica. Pero se pone a la defensiva y no soporta las críticas de los otros. No se arriesga y por eso no sabe ni quiere saber lo que los demás piensan de él. Desconfía de las opiniones de los demás sintiéndose confiado en la validez de sus propias opiniones y generalmente reconoce el valor de la autoridad. Este estilo genera resentimiento en los demás: sienten que a esta persona no le interesa lo que ellos piensan. A su vez, como mecanismo de defensa se comienza a retacear información valiosa para no sentir que son utilizados y luego desvalorizados.
c) El individuo desea relacionarse con los demás. Está todo el tiempo pendiente de la opinión de los otros, pero no quiere mostrarse tal cual es. La máscara se agranda. Esto genera desconfianza. Si se llega a penetrar la máscara la persona retira la confianza generando disgusto y hostilidad en los demás.
Las causas de los malos entendidos (por qué surge el "programa oculto")
a) como vimos recién, la principal causa de conflictos es el desconocimiento mutuo: cuando uno no conoce a las personas con las cuales forma un grupo se genera un sentimiento de ajenidad, a nadie le importa lo que le pasa al otro, los integrantes no se sienten comprometidos entre ellos y se levantan barreras en las relaciones. Por lo tanto, Cuando uno "arma" un grupo o un equipo de trabajo o alguien nuevo se íntegra a él, es necesario e indispensable conocer a cada integrante para saber si es útil para el grupo que él se incluya, y si cada uno de ellos se beneficiará al pertenecer al grupo y de qué manera. Así mismo, Las elecciones mutuas se basarán sobre las simpatías, afinidades, complementación de capacidades y voluntad de trabajo que cada uno tiene.
Es importante conocer las motivaciones y expectativas que llevan a cada uno a agruparse (el por qué, el cómo y para qué). A partir de nuestra experiencia vemos que dar un tiempo al conocimiento mutuo es fundamental para generar lazos de solidaridad y para aclarar si son coherentes los proyectos individuales que cada uno trae.
b) inflexibilidad: se entiende par inflexibilidad a las actitudes rígidas a los prejuicios que tienen los miembros del grupo. La persona que llegue a un grupo con actitudes flexibles y mente abierta, facilitará la cooperación y el diálogo entre los compañeros. En cambio, el inflexible que se niega a aceptar las posibilidades de cambio, producirá en los demás oposición y competencia.
c) las dificultades en la comunicación: muchas personas experimentan una real dificultad para hacerse entender. El lenguaje es un instrumento imperfecto; a veces no hallamos las palabras adecuadas para expresar nuestras ideas y sentimientos. Y aún cuando empleemos palabras adecuadas, a menudo adquieren un significado o una resonancia emocional diferente en cada individuo del grupo (ver capítulo 5: la comunicación)
El esfuerzo por atender y entender al que habla es indispensable para que haya comunicación. También es necesario que cada uno piense bien qué va a decir antes de hablar y cómo lo va a decir para ser preciso y lograr que lo entiendan.
d) las ideas dispersas o erráticas: en casi todos los grupos hay miembros a los que les cuesta examinar un problema de manera clara y sistemática. Algunos tienen mayor capacidad de análisis, pero otros -por falta de capacidad o práctica- se pierden en ideas secundarias (digresiones) o en razonamientos débiles o enredados.
La vida en un grupo nos exige un esfuerzo por clarificar nuestro pensamiento. Para lograrlo tenemos que tener siempre presentes los objetivos del grupo y los límites que nos impone la realidad, para planificar en función de estos dos parámetros.
e) la hostilidad (ojo: es diferente estar en desacuerdo que tener una hostilidad personal): muchas personas se apasionan y se identifican exageradamente con las ideas y puntos de vista que se expresan en el grupo. El resultado es que cuando algunos las ponen en duda o las contradicen, lo interpretan no como una duda razonable sobre el valor de una idea, sino como un ataque personal.
Si se dejan llevar por este sentimiento, agudizarán la tensión emocional en el grupo, y lo que empezó como una legítima diferencia de opiniones terminará en una pelea personal.
f) características de personalidad complementarias: cuando se forma un grupo es posible que las personalidades de sus miembros se complementen. El paternalista necesita alguien que le haga de hijo, el charlatán al tímido, el dominador a un sumiso, etc. Pero muchas veces esto no sucede. En muchos departamentos de personal de grandes empresas se utilizan diversos métodos de selección de personal que tienen en cuenta este aspecto. Mediante una encuesta personal se puede descubrir que tipo de personalidad tiene el "recién llegado" al grupo para ver el nivel de adaptación que tendrá en relación a las personalidades de los miembros del grupo donde deberá trabajar. Según esto se podría predecir de que manera esta inclusión afectará la productividad del grupo, los liderazgos o la comunicación interna. La encuesta, de manera similar a lo que vimos con las "ventanas", también se puede identificar la personalidad de los miembros de un grupo que ya funciona para aumentar, extender, cambiar y controlar los excesos de cada estilo individual.
Semejanzas y diferencias entre los miembros
Vemos que los malos entendidos tienen diversas causas: no nos conocemos, somos inflexibles, peleadores, demasiado críticos, no nos expresamos bien ni sabemos escuchar a los demás y a veces nos cuesta pensar las cosas en orden y con cierta lógica. Pero además de esto, no somos iguales a los demás.
Generalmente las personas se agrupan por sentirse parecidos en algo a otros: por su situación social o económica, por tener las mismas necesidades, problemas o inquietudes, por pertenecer a un mismo barrio, por compartir una misma profesión o por pensar políticamente de forma parecida. Sin embargo, aún dentro de estos grupos con puntos de contacto similares, hay diferencias entre los miembros que hay que tener en cuenta. Diferencias en la edad, niveles sociales, educación, valores, gustos, origen geográfico, experiencias personales.
Los grupos que se tomen un tiempo para analizar sus recursos, desde ambos puntos de vista (semejanzas y diferencias), podrán usar mejor su potencial de grupo y aumentar la productividad.
Además, una vez que el grupo ha reconocido la características personales de los individuos que lo forman, se podrá comprender e integrar mejor entre sí. De este modo, todo aquello que es distinto podrá ser aprovechado para el bien común.
El grupo como entramado y envoltura
Para terminar este capítulo introductorio sobre las organizaciones sociales pensadas como grupos, nos parece importante destacar dos funciones de las mismas en este contexto histórico de nuestro país:
El grupo funciona como un entramado en la medida en que se va conformando una red de relaciones y vínculos que rescatan a las personas del aislamiento al compartir tareas, sentimientos, normas y valores.
El grupo es también una envoltura porque actúa como barrera de protección para los que pertenecen a él, ayuda a poner y reconocer límites, a diferenciar lo semejante y lo diferente, a regular las relaciones con el afuera.
Cada persona, al ingresar a un grupo, pasa a formar parte de él: se integra en una malla de relaciones nuevas e importantes para su vida. El grupo lo modifica y también éste modifica al grupo y a lo que el grupo produce con su participación.
En los’90 se está viviendo un cambio rápido y desigual: por un lado hay un sector que está creciendo y afianzando su poder y en el lado opuesto una gran cantidad de gente queda al margen de la sociedad preguntándose si podrá sobrevivir: los jubilados del ajuste, los desempleados, los empleados públicos que después de 20 o 30 años de trabajo deben optar por el retiro voluntario, los pequeños productores rurales en quiebra. Todos ellos quedan sin ingresos, vivienda, obra social o sindicato donde apoyarse. Los "desafiliados" y los desarraigados son la cara de la crisis de nuestra sociedad, El acelerado cambio tecnológico y el corrimiento del Estado de su histórico rol paternalista modifican las condiciones de vida de una manera tan drástica que se hace indispensable desarrollar un tejido asociativo para dar respuestas capaces de detener y reconducir positivamente los efectos del deterioro de la política social y del mercado de trabajo.
Las organizaciones sociales representan una iniciativa concreta para amortiguar esta crisis: emprendimientos productivos comunitarios, cooperativas de consumo, vivienda o servicios, escuelas cogestionadas entre los padres y el estado, comedores o panaderías comunitarias, organizaciones no gubernamentales, grupos de autoayuda -entre muchas otras alternativas- tienen una función social fundamental que cumplir.
La integración: una doble envoltura
Para que estas tengan éxito deben darse múltiples condiciones: información adecuada, análisis de factibilidad, objetivos que apunten al autosostenimiento de los proyectos, capacitación, créditos blandos o subsidios, apoyo técnico, etc.
Esto no lo puede lograr cada organización por separado. Necesitan integrarse para crear una doble envoltura. Un grupo de cooperativas podrá presionar a los gobiernos locales para conseguir apoyo, podrá intercambiar productos o servicios, podrá comprar espacios publicitarios más baratos, podrá pagar un servicio de capacitación y apoyo técnico para todos sus miembros. Y así con cada sector social y tipo de organización. Lo mismo que sentía el miembro con su grupo puede pasar entre cada organización y su federación.
Hay diversas iniciativas para mantener relaciones orgánicas lo que ha permitido generar Redes como mecanismos de defensa eficientes para enfrentar esa marginalización y el desamparo a pequeña escala
Si profundizamos más aún y vemos el proceso que viven quienes participan de estas experiencias nos damos cuenta la importancia que adquieren: notamos un cambio de mentalidad en el interior de ellos mismos al reconstruir y recuperar un protagonismo social y reestablecer su dignidad (con el sentido de devolverle el respeto a sí mismos y ponerlos en igualdad de condiciones frente a otros).
Por eso bien sabemos que vale el esfuerzo.
Dinamicas para el trabajo en grupo
.Iniciación del tema de trabajo
Es bueno iniciar el tema de fondo del taller o reunión partiendo de las ideas, experiencias, conocimientos de los propios asistentes. Esto permite mayor participación e intercambio, debate y aprendizaje. Además ayuda a revalorar y reconocer el aporte de cada participante a la discusión grupal con lo cual se va fortaleciendo la seguridad y autoestima de cada persona.
- Objetivo: Permitir que los participantes conversen un poco del
tema que se tratará para iniciar la discusión desde sus propias ideas.
- Materiales: Imágenes que permitan introducir al tema de trabajo previamente seleccionadas por quien facilitará la reunión.
- Desarrollo:el coordinador o coordinadora hace una breve introducción al tema y pone a disposición de los participantes las imágenes seleccionadas. Cada participante elige la imagen que piensa que representa mejor el tema o un aspecto de éste. Luego, explica por qué escogió la imagen. Luego que se comentan todas las imágenes seleccionadas, se puede comentar en el grupo espontáneamente las ideas que más les han gustado o les han motivado reflexión.
A partir de los comentarios y las presentaciones de imágenes el facilitador o facilitadora profundiza en el tema. Los comentarios pueden ayudar a identificar diversos aspectos del tema (causas sociales, personales, consecuencias, involucrados/as, afectados/as, etc.).
Tormenta de ideas o "Brainstorming"
- Objetivo:Expresar todo lo que se piensa, con total libertad, sobre un tema específico y recoger de manera espontánea las primeras ideas que maneja el grupo sobre el tema a trabajar.
- Materiales:Un soporte (pizarra/ papelógrafo) para escribir todas las ideas y comentarios que salgan de la discusión
- Desarrollo:Antes de comenzar la “tormenta” se expone el problema y se plantea una pregunta motivadora para provocar la participación. Se explican las reglas: las ideas se expresan con independencia, no se valorará ninguna idea hasta que se diga la última frase; se recomienda asociar libremente las ideas propias con las ya expuestas; cuantas más intervenciones haya, tendremos más posibilidades de encontrar ideas válidas y pertinentes. Las ideas se van anotando de manera resumida en la pizarra o papelógrafo. También se pueden colocar en tarjetas que se pegan sin ningún orden en un principio.
Por ejemplo, si se trabajará sobre los problemas de violencia juvenil, se introduce el tema y luego se pregunta sobre las posibles causas de la violencia juvenil. Se anotan las intervenciones.
Al final, quienes hayan participado menos, pueden ordenar las tarjetas por aspectos (causas familiares, sociales, culturales, etc.) o analizar las ideas para ver cuáles se repiten o relacionan y subrayar aquellas que creen que son más importantes como causa del problema juvenil que se va a tratar.
Trabajo en grupo
El trabajo en grupo se puede volver complicado si las personas no se conocen entre sí; por ello, la siguiente dinámica nos permite crear un espacio donde los asistentes conversen sobre sus expectativas del trabajo grupal:
En una Isla Solitaria:
- Objetivos:conocer más al grupo de trabajo.
- Materiales: ninguno
- Desarrollo: Se inicia diciendo la siguiente consigna “imagínate que deberás pasar el resto de tu vida en una isla apartada. En ella no tendrás problemas de satisfacer tus necesidades de comida, vivienda y ropa. Otras seis personas deberán transcurrir el resto de sus vidas junto a ti, personas que tú no conocías anteriormente.”
Cada participante deberá determinar:
Edad, sexo y aspecto de cada uno de ellos.
Sus cualidades principales, qué les gustaría hacer y que no
Indicar por qué las elegiste.
¿Cómo trabajar con jóvenes?
El mundo juvenil va cambiando constantemente, adoptando nuevas características, costumbres, formas de comunicarse y de relacionarse. Para quienes trabajamos con jóvenes, es importante contar con las herramientas que nos ayuden a sacar lo mejor de las y los jóvenes que acompañamos, para que se descubran personas valiosas y con potencialidades incluso mayores de las que imaginaron. También tenemos modelos a seguir, quizás alguien que fue acompañante nuestro o catequista y que supo llegar con la metodología, la cercanía y las formas oportunas para ayudarnos a crecer y construirnos como personas. Tenemos también el modelo de Jesús. Los evangelios nos narran que siempre que alguien se acercó a él, se fue diferente, se sintió acogido, importante, mejor persona. Su compasión, su mirada y su trato especial para cada persona, su modo de enseñar, nos hablan de un maestro que supo acercarse a cada quien desde su realidad y necesidades.
Dinamicas para romper el hielo
1- La risa del zapato
Los jugadores se separan en dos filas iguales, una frente a la otra y separados por 2
metros.
Quien dirija el juego, tira al centro, un zapato o chancla. Si cae bocabajo, los jugadores
de una fila deben permanecer serios y los de la otra deben reir muy fuerte. Si cae para
arriba, es al contrario. Los que rien cuando deben estar serios salen de la fila y se repite
el juego.
2- La Corriente
Los chavales se sientan en círculo un poco separados y se cogen de las manos.
Un jugador deberá colocarse en el centro del círculo. El animador, que está en el círculo
hará de central eléctrica escondiendo las manos bajo las rodillas y descargando la
corriente hacia un lado, por medio de un ligero apretón de manos a su vecino. Éste a su
vez deberá hacerlo con su compañero. La corriente puede dar vueltas y también cambiar
de sentido.
El jugador que es descubierto pasa al centro.
3- Números con el culo
Una persona del grupo debe salir al centro y representar un número con el culo. El resto
del grupo tratará de adivinarlo. El primero que acierte el número, sale al centro y hace lo
mismo.
Sirve para romper el hielo.
4- Ja-ja-ja
Se tumban todos en el suelo, con la cabeza sobre el estómago del compañero anterior,
formando entre todos una cadena.
El primero de la cadena, grita ja, el segundo jaja, el tercero jajaja … así hasta intentar
terminar la cadena. Al final se contagia la risa de unos a otros
Los jugadores se separan en dos filas iguales, una frente a la otra y separados por 2
metros.
Quien dirija el juego, tira al centro, un zapato o chancla. Si cae bocabajo, los jugadores
de una fila deben permanecer serios y los de la otra deben reir muy fuerte. Si cae para
arriba, es al contrario. Los que rien cuando deben estar serios salen de la fila y se repite
el juego.
2- La Corriente
Los chavales se sientan en círculo un poco separados y se cogen de las manos.
Un jugador deberá colocarse en el centro del círculo. El animador, que está en el círculo
hará de central eléctrica escondiendo las manos bajo las rodillas y descargando la
corriente hacia un lado, por medio de un ligero apretón de manos a su vecino. Éste a su
vez deberá hacerlo con su compañero. La corriente puede dar vueltas y también cambiar
de sentido.
El jugador que es descubierto pasa al centro.
3- Números con el culo
Una persona del grupo debe salir al centro y representar un número con el culo. El resto
del grupo tratará de adivinarlo. El primero que acierte el número, sale al centro y hace lo
mismo.
Sirve para romper el hielo.
4- Ja-ja-ja
Se tumban todos en el suelo, con la cabeza sobre el estómago del compañero anterior,
formando entre todos una cadena.
El primero de la cadena, grita ja, el segundo jaja, el tercero jajaja … así hasta intentar
terminar la cadena. Al final se contagia la risa de unos a otros
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